aiguadeplanxa

La banda se mueve muy bien entre el indie y el folk complejo. Trabajo tras trabajo, no dejan de asombrar, no solo por su tremenda capacidad para juntar notas de forma armoniosa. También, por la manera con la que arropan las melodías. Con una imaginación que les lleva a experimentar con acompañamientos    muy originales. Y apropiados. Luego, la voz de Lenker. Las historias que cuentan… En fin, que nadie se lo pierda.

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Los de Maryland, veinte años de carrera, han permanecido mucho más cerca del underground que del gran público. En parte, porque daban la impresión de estar en un ensayo constante. Apuntando pero sin terminar de definir. Los he seguido con una cierta irregularidad y poca devoción. Hasta ayer. El 8,3 de Pitchforck me animó a dedicarle, a su reciente trabajo, toda mi atención.  No es un disco simple, aunque buscan la buena melodía. La que es posesiva. Manejan muy bién el envoltorio de los temas. A ratos parece que estén improvisando y se dejan llevar por juegos instrumentales que recuerdan las sesiones de finales de los sesenta (…o primeros de los setenta). Pero son banda del XXI. Muy cultos. Muy preparados. Muy buenos.

Alma psicodélica y cuerpo de jazz. Y a construir canciones. Por ahi va la más que interesante propuesta de esta banda inglesa. Producción austera. Resultados excelentes. Tocan sin molestar y se mueven en una penubra que, a ratos, comparten con Low y, otros, con Radiohead. Disco a escuchar. Varias veces. Grupo a seguir.