Idles. Crawler. (2021)
No se si ha sido por el confinamiento, largas horas de soledad para pensar, practicar y expresar, pero este disco les ha salido más trabajado.
Instrumentos más limpios, melodías más identificables y voz más esforzada y ajustada.
Pero que nadie se lleve a engaño. El hecho de que sea menos ruidoso, no implica que sea un disco fácil. Nada de arremolinarse plácidamente en el sofá. Y olvídense de bailar (aunque pueden saltar).
La actitud de rabiosa dureza mantiene las mismas ganas de plantarle cara a este siglo. Por lo menos.
Personalmente, me ha gustado más que el anterior.
Comentaris
Publica un comentari a l'entrada