Susana
No todas las historias son inventadas. Esta me la contó Juan. Coincidimos hace un par de meses en el Raval. Haciendo fotos. No nos conocíamos pero, ya se sabe. Surgen complicidades entre fotógrafos callejeros. Pasó un par de meses con Susana. Una chica de Bufalá. No se si cortó el o ella, pero creo que se aguantaban poco el uno al otro.
El cuento, más o menos, es este.
Tanta fiesta y tanta polla. Susana andaba borracha por el arcén de la C32. Ahí donde hay un túnel. Los coches pasaban veloces a su lado. Tenía su riesgo. Pero, ¿importaba algo?
Susana, bebida de miserias no imaginadas. Incapaz de realizar las reposiciones en el super. Peleada con la encargada de turno. Despedida. Humillada. Y condenada a la nada.
Desperdiciada la ESO. ¿Para que estudiar si el Jósua ganaba pasta en las casas? Tenía para las discos, para las faldas, el costo... Y se lo hacía bien. Deprisa, pero bien.
Y el profe, que no sacaba el ojo de las tetas. Que no cataría. Porque Susana era solo para los primera división.
Susana. La popular. Microfalda. Camiseta de reventar. Y la boca siempre abierta.
Triunfadora Susana.
Pero tras el súper, también le fue mal al Jósua.
- Pero durará poco. Es un bajón. Nada más.
Y el Jósua que pasa los días en la plaza con los colegas. Fumados.
Y la Susana que no la aceptan en el curso de peluquería y se apunta a algo de gerocultura.
Y el curso mola.
Y la Susana que tiene ganas de trabajar.
La llaman de un centro en donde cuidan a viejos que ya no recuerdan. Susana loca por aprender. Cada mañana, al entrar, desea hacerlo mejor. Le gusta lavar, cuidar, dar de comer a esos que ya no pueden.
Susana lleva una cruz tatuada en el cuello. Un aro en la nariz. La ven salir con su falda corta. Saltar las escaleras. Contenta.
Pero allí no confían.
- La chica tiene vocación. Pero no es adecuada.
Jósua no la espera demasiado. A ella. Si a su plata. Nunca le dice que la quiere. Tampoco está loco por ella. ¡El no se enamoró! Solo se dejó llevar.
- Vamos de fiesta. Con los colegas.
Ese teléfono olvidado. Lleno de mensajes de ligoteo. Susana no tiene ni idea de cual es su papel en la vida de Jósua.
El lunes la largan de la Resi. Una semana más. Disfruta como loca esos días. Se siente muy buena. Enamora a todos los enfermos.
Pero se tiene que marchar. Con su falda corta. Su tatuaje y los piercings.
Jósua ya está con otra. Que trabaja en Zara. Más seguro.
Ahora, Susana vive en una casa que ya no va a poder pagar.
Sale con las amigas y bebe todo lo que puede.
Anda por la C32.
El del Polo casi la atropella. Para a tiempo. La sube. Baja el asiento para que pueda dormir.
No tiene ni idea que va a hacer con la chica. Pero algo habrá que hacer. Es Juan.
Me gustan los "que fue de ellos" al final de las películas. Susana vive con sus padres. Está haciendo un curso puente para poder estudiar auxiliar de enfermería. Los fines de semana trabaja en un Pan's. Aunque le gusta salir y ponerse guapa, sabe que hay vida más allá de ser la chica más rompedora del barrio.
Juan trabaja en Unim. Se poco de el. Ni lo tengo en el FB. Debe tener entre 35 y 40. Vive solo. Dijo que Susana y él eran demasiado distintos. Pero, no se.
El cuento, más o menos, es este.
Tanta fiesta y tanta polla. Susana andaba borracha por el arcén de la C32. Ahí donde hay un túnel. Los coches pasaban veloces a su lado. Tenía su riesgo. Pero, ¿importaba algo?
Susana, bebida de miserias no imaginadas. Incapaz de realizar las reposiciones en el super. Peleada con la encargada de turno. Despedida. Humillada. Y condenada a la nada.
Desperdiciada la ESO. ¿Para que estudiar si el Jósua ganaba pasta en las casas? Tenía para las discos, para las faldas, el costo... Y se lo hacía bien. Deprisa, pero bien.
Y el profe, que no sacaba el ojo de las tetas. Que no cataría. Porque Susana era solo para los primera división.
Susana. La popular. Microfalda. Camiseta de reventar. Y la boca siempre abierta.
Triunfadora Susana.
Pero tras el súper, también le fue mal al Jósua.
- Pero durará poco. Es un bajón. Nada más.
Y el Jósua que pasa los días en la plaza con los colegas. Fumados.
Y la Susana que no la aceptan en el curso de peluquería y se apunta a algo de gerocultura.
Y el curso mola.
Y la Susana que tiene ganas de trabajar.
La llaman de un centro en donde cuidan a viejos que ya no recuerdan. Susana loca por aprender. Cada mañana, al entrar, desea hacerlo mejor. Le gusta lavar, cuidar, dar de comer a esos que ya no pueden.
Susana lleva una cruz tatuada en el cuello. Un aro en la nariz. La ven salir con su falda corta. Saltar las escaleras. Contenta.
Pero allí no confían.
- La chica tiene vocación. Pero no es adecuada.
Jósua no la espera demasiado. A ella. Si a su plata. Nunca le dice que la quiere. Tampoco está loco por ella. ¡El no se enamoró! Solo se dejó llevar.
- Vamos de fiesta. Con los colegas.
Ese teléfono olvidado. Lleno de mensajes de ligoteo. Susana no tiene ni idea de cual es su papel en la vida de Jósua.
El lunes la largan de la Resi. Una semana más. Disfruta como loca esos días. Se siente muy buena. Enamora a todos los enfermos.
Pero se tiene que marchar. Con su falda corta. Su tatuaje y los piercings.
Jósua ya está con otra. Que trabaja en Zara. Más seguro.
Ahora, Susana vive en una casa que ya no va a poder pagar.
Sale con las amigas y bebe todo lo que puede.
Anda por la C32.
El del Polo casi la atropella. Para a tiempo. La sube. Baja el asiento para que pueda dormir.
No tiene ni idea que va a hacer con la chica. Pero algo habrá que hacer. Es Juan.
Me gustan los "que fue de ellos" al final de las películas. Susana vive con sus padres. Está haciendo un curso puente para poder estudiar auxiliar de enfermería. Los fines de semana trabaja en un Pan's. Aunque le gusta salir y ponerse guapa, sabe que hay vida más allá de ser la chica más rompedora del barrio.
Juan trabaja en Unim. Se poco de el. Ni lo tengo en el FB. Debe tener entre 35 y 40. Vive solo. Dijo que Susana y él eran demasiado distintos. Pero, no se.
Comentaris
Publica un comentari a l'entrada